Sí estás pensando en comprarte un televisor, quizás te estés planteando muchas preguntas. Quizás el primer dilema sea si comprarlo con conectividad a Internet (Smart TV) o por el contrario, un televisor que no reúna estas prestaciones. Sí bien en verdad, que a estas alturas de la película, casi siempre el usuario se va decantar por un televisor con prestaciones Smart.

El segundo dilema que nos plantearíamos ahora sería porque sistema operativo apostar. Así mientras que los coreanos de Samsung lo hacen por Tizen, Lg por WebOs y Sony por Firefox, hay otras marcas como Philips, Sony o Grunkel que su apuesta es por Android. Como veís hay varias marcas que apuestan por sistemas operativos propios o minoritarios, mientas que la neerlandesa Philips ha sido una de las principales marcas que han apostado por Android.

¿Porque Android? Es un entorno el que muchos de nosotros estamos familiarizados. Son pocas ya las personas que no han tenido ya entre sus manos un smartphone de entorno Android o al menos han entrado en contacto visual con el. Es un sistema amable, fácil de utilizar y cuya experiencia se traslada ahora al televisor. Desde allí, como hacemos en nuestro smartphone, podremos descargar cientos de aplicaciones o juegos y convertir nuestro televisor en un centro multimedia.

Además podremos disfrutar de la televisión a la carta y así poder ver nuestro programa favorito, el día y a la hora que más nos convenga. Nos bastara con una conexión a Internet para poder disfrutar de la conectividad de nuestra televisión. ¿Y que pasa si tenemos un televisor no lo suficientemente antiguo como para tener que renovarlo, pero en el cuál queremos disfrutar de la experiencia Smart? Pues nos bastara con incorporarle un Smart TV Box (similar a un sintonizador TDT) a nuestro televisor y disfrutar de la experiencia Android. Eso sí, tenemos que comprobar que nuestro televisor tenga conexión HDMI.